domingo, 27 de septiembre de 2009

Capítulo 9

9


Esta vez me dirigí directamente al barrio “comercial” y comencé a buscar cualquier indicio de basura vampira. No tardé mucho en encontrarla, más bien, ellos me encontraron a mí.

-¡Hey, bocadito! Vas muy ligerita de ropa, ¿no crees?-
Ante su comentario me miré, para darme cuenta de que con las prisas, había salido en pijama, acalorada por la rabia, no me había dado cuenta de que hacía tanto frío.
Otro asqueroso desperdicio de vampiro se acercó.
-¿Te has perdido niñita? Puedo ayudarte a encontrar tu casa -
Rodé mis ojos ante sus comentarios estúpidos.
-¡Hey estúpido! ¡Es mía, yo la vi primero!-
Se quejó el otro.
-¡No, yo la vi primero! ¡Tú solo te acercaste antes! Por lo tanto ¡es mía! -
Bostecé increíblemente aburrida y cansada. Saqué mi Zig y de un rápido doble tiro les volé la cabeza.
Era lo bueno de los vampiros convertidos, que eran increíblemente fáciles de matar, al contrario de los sangre pura que solo se les mataba con la luz del sol y claro a ver quien era el guapo de pelearse con esos.

Volví a la casa, pasado ya el cabreo y vestida con los cortos pantalones del pijama, aunque fuera verano, seguía haciendo frío de noche.
Increíblemente, nadie se había levantado, con todo el jaleo que habíamos montado antes en el jardín Vincent y yo.
¿Sabrían Mary y Break que Vincent era un hombre lobo? Probablemente no, de todas formas decidí no decir nada hasta hablar apropiadamente con Vincent.

La hermosa mujer del espejo me miraba sonriente, hacía ya un par de semanas que la ya nítida imagen de la mujer, se movía a su antojo y no imitando mis movimientos como al principio, era extraño, sabía que esa mujer no era yo, pero aún así, sentía como que de alguna forma era ella.
-¿Quién eres?- Volví a preguntar como las anteriores noches.
Llevaba soñando con esa mujer desde que tenía uso de razón, no siempre soñaba con ella, claro, pero siempre acababa soñando con ella. Empezó siendo solo una figura borrosa en el espejo y con los años fue adquiriendo la claridad con la que ahora la veía.
Ella nunca me respondía, solo se limitaba a sonreír y a mirarme con dulzura.
De alguna forma… ¿Podría ser mi difunta madre velándome?
-Pronto. - La mujer susurró.

Desperté de un salto con el corazón latiéndome a 1000 por hora.
La mujer… ella había hablado. “pronto” había dicho.
-¿Pronto qué?- Le pregunté en voz alta a mi habitación, sin obtener respuesta.
“Tonta, ¿quien quieres que te responda? ¿Las cortinas?”

Puse los ojos en blanco ante mi propio comentario estúpido.
Ya era por la mañana así que bajé al salón y no encontré a nadie en él, en la cocina... tampoco.
Que extraño, ya deberían estar despiertos, miré el calendario, “sábado“ hoy no despertarían hasta tarde. Con un encogimiento de hombros me preparé el desayuno. Alguien había traído huevos, zumo y cereales, no era gran cosa, considerando el hambre voraz que tenía, pero algo haría con eso.
¿Una tortilla a la francesa quizás? No. No me apetecía el desayuno continental ¡JE! con una sonrisa tonta me eché cereales en un cuenco, y zumo en una taza, no había rastro de periódico, perfecto, ¿toque de queda y ahora esto? ¿Tampoco tenían derecho a tener periódico en este pueblo?
“ ¡Malditos vampiros egocéntricos!”

Al cabo de un rato Mary asomó la nariz por la cocina.
-Chica madrugadora, ¿eh?- le dije.
-Hum- asintió.
-¿Vincent ha vuelto a salir de compras nocturnas? ya podría haber comprado un poco de leche bien ¿como as dormido?- Aunque medio dormida, Mary seguía hablando rápidamente.
-Bien- dije, obviamente mintiendo.
-No parece que eso sea cierto ¡tienes unas ojeras enormes! pero tranquila nada que un poco de maquillaje no pueda arreglar-
Se desperezó y se hecho cereales en un tazón, no hablamos mucho, los ojos de Mary se habrían y cerraban como si estuviera apunto de quedarse dormida.
-Si estas cansada ¿porqué no te vuelves a dormir?- pregunté.
-¿Mm? tengo que ir a trabajar realmente me exprimen en ese trabajo metafóricamente claro no es que me expriman con un exprimidor gigante o algo por el estilo ja ja ja-
Se rió nerviosa.

Este era el momento, tenía que preguntar por el pueblo y si sabían lo que ocurría.
-¿Pasa algo en el pueblo? quiero decir, toques de queda, sin periódico, casi nadie en las calles, todos nerviosos porque no salga de noche…-
A Mary se le descompuso la cara, obviamente no se lo veía venir.
-No pasa nada tenemos toque de queda por pura protección para los niños pasan muchas cosas hoy en día si que hay periódico pero no lo pedimos para lo que dice... ejem bueno y es normal estar preocupado por ti ya sabes eres solo una niña…-
“¡No, otra vez!”

Ya estaba harta de que me dijeran que era una niña, una cría que no podía cuidarse sola.
-¡NO SOY UNA NIÑA!- grité. Colorada por la ira me fui hacia la puerta, en ese momento entró Break.
-¿Que pasa? ¿Por qué tanto escándalo tan temprano?-
Lo bordeé y estaba apunto de salir por la puerta cuando una mano me agarró el brazo.
-Hey enana ¿donde vas? ya podrías al menos darme la bienvenida, un hola no te matará-
La furia iba aumentando.
-NO ME LLAMES ENANA, DONDE VALLA NO ES DE TU INCUNVENCIA Y NINGUNO DE USTEDES ME DIÓ LA BIENVENIDA AMÍ CUANDO LLEGUÉ ¿PORQUÉ DEVERIA SALUDARTE?- Según mi ira iba aumentando, me empezaron a arder los ojos, “literalmente” ¡Me ardían! Se me escapó un pequeño grito y me tapé rápidamente los ojos con las manos.
Respiraba trabajosamente, me había quedado sin aire de tanto chillar, no estaba acostumbrada a subir tanto la voz y esa horrible quemazón me estaba matando.

-Break suéltala, es de día puede ir a donde quiera-
La voz atractiva de Vincent me distrajo del dolor, tan, ¡tan hombre lobo! cierto, tenía que hablar con él.
Me aparté las manos de la cara y lo miré significativamente, pero el no me miraba a mí, miraba a Break que seguía sujetando mi brazo, ahora con más fuerza, noté.
Miré a Break, tenía las pupilas totalmente dilatadas, con una expresión aterrorizada.
¿Qué le pasaba?.
-¿Break?- Volvió a decir Vincent ahora poniendo un tono más autoritario.
Lentamente éste me soltó y dando grandes zancadas subió las escaleras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario