martes, 15 de septiembre de 2009

Capítulo 6

6 Continué con mi ronda dos horas más, pero nada, no aparecía ninguno, esto era muy extraño. Pero entonces, alguien me agarró el hombro. Fue muy rápido no lo sentí llegar, agarré la mano que me sostenía, lancé a mi atacante Hacia delante y lo estampé contra el suelo. -Hey tía ¡eso duele!- Era el chico punk. -Uh... lo siento, perdona, pensé…- Oculté rápidamente el cuchillo que había estado apunto de clavarle en el corazón y lo ayudé a levantarse. -¿Que hacías tan tarde andando sola?- “¡No otra vez!” -¿Estás loca? ¿Es que quieres que te coja algún... borracho y te viole?- Noté el pequeño espacio entre el algún y el borracho, definitivamente, estos chicos sabían algo más de lo que parecía. Había dicho ya esa frase antes así que estaba preparada para sonar convincente. -¡Estoy trabajando! soy limpiadora y oye no es que se vean muchos borrachos por aquí, además ¿No es muy pronto para los borrachos?- Él seguía mirándome enfadado. -Eso es porque estas en el barrio residencial, aunque sea un pueblo, esto es bastante grande. Aún así ¿Es que hay una hora específica para emborracharse? Dijo con una mueca. “¡Oh! de seguro que tú no necesitas una hora para emborracharte” Que me quemen en la hoguera por prejuiciosa pero el niñato realmente parecía adorar las birras. -Mm ¿Donde está todo el mundo? quiero decir ¿Por donde hay bares y esas cosas?- El chico punk, Leslie o Break, como cojones se llamara, me miró ceñudo, parecía desconfiar de mí. “¡Hey! que yo soy la que pateará el culo de los vampis y limpiará tu pueblucho” -Está dos calles a la derecha pero eres una cría, no te dejaran entrar, además no deberías estar en la calle, ya a pasado el toque de queda- Otra vez el dichoso toque de queda ¿Tan estrictos eran en la casa que tenían hasta un toque de queda? ¡Pero si todos hacían vida nocturna! -Sí, ya sé, el toque de queda- Dije con desdén. -Pero estoy trabajando así que…- -Así que nada, eres menor, no puedes estar fuera, no contratan a menores y si alguien te ve…- No me dejó terminar y el tampoco terminó. De repente me agarro el brazo y tiró de mi hasta empujarme a un callejón y me abrazó fuertemente contra la pared, tanto que incluso me costaba respirar. Estaba desconcertada, mi pecho se movía debajo del suyo. -¿Que…- intenté decir. Pero me tapó la boca, se acercó a mi oído y me susurró tan imperceptiblemente que me costó oírlo. -shh, un momento- Su aliento me rozaba el oído, acariciándomelo, mi corazón latía fuertemente, estaba comenzando a sonrojarme y miré hacia otro lado avergonzada, evitando el contacto visual. Entonces lo vi., un coche patrulla pasaba lentamente por la calle en ese momento, mis latidos se aceleraban y cada vez sonaban con más fuerza, sabía que un vampiro podría oírlos, pero también sabía que el chico los estaba oyendo, no estaba asustada por la situación, mi corazón latía frenéticamente por la proximidad del chico, su cercanía me estaba haciendo estragos, comencé a respirar muy rápido y la vista se me estaba nublando. Nunca en mi vida me había pasado algo igual, claro está que nunca en mi vida había estado abrazada a un chico que no fuera de mi familia, y éste además de guapo olía muy bien. Trató de calmarme poniendo su frente sobre la mía. -Tranquila- Me volvió a susurrar, esta vez mirándome fijamente, sus ojos sobre los mios y sus labios casi rozando los mios. En unos segundos que me parecieron horas, el coche finalmente pasó de largo y Break me soltó. Demasiado rápido, noté. -Vamos, hora de irse a casa- No me dejó hablar, me subió a su moto y cuando me vine a dar cuenta ya estaba en el porche de la casa. -Oye ¿Que ha sido todo ese rollo a lo James Bond?- Pregunté exaltada. -Como te he dicho, eres una cría y en este pueblo las crías deben estar en camita a las 9 de la noche- Dijo secamente. Obviamente el no había sentido lo mismo que yo en aquel callejón, espera... -¿En este pueblo? ¿Quieres decir que el toque de queda es para todas las casas?- Asintió y tiró de mí enfurecido hacia dentro, antes de cerrar miró por una rendija al exterior y después cerró. -Oh Dios Mío Liset ¡estas bien!- Mary corrió hacia mí y me abrazó, casi estrangulándome. -Sí, pero si no me sueltas no voy a estarlo- -Oh perdona es que estaba muy preocupada mandé a Break a que te buscara nada mas apareció por la puerta- Ya volvía a su forma atropelladora de hablar. Sí, ya estaba bien. -Sí, y no vuelvas a hacerlo más, ¡Joder! llego agotado y me mandas a por la cría nueva que no sabe cuidarse sola. No soy un jodido niñero- Me estaba cabreando. -No soy una cría y sé cuidarme perfectamente, gracias- dije enfadada. -Callaos ya- Vincent apareció por las escaleras. Me miraba enfadado. Hoy sin duda, había agotado el cupo de personas enfadadas. -Te dije que no salieras- -Me dijiste que el toque de queda era a las 21:00h y que las personas con trabajo podían salir- -¡Pero tú, no!- estaba muy cabreado. -Eres una niña, no puedes trabajar, en este pueblo nadie te contratará y mucho menos de noche ¿Es que nadie te avisó de las normas de este pueblo antes de que llegaras?- Aunque su expresión era de puro enfado, en ningún momento me gritó, hablaba calmado pero severamente. -Eso me recuerda…- Su expresión cambió de preocupación y cabreo a rudeza y frialdad. Con los brazos cruzados siguió preguntándome. -¿A que has venido a nuestro pueblo? Por teléfono me dijeron que una muchacha vendría a encargarse de un negocio familiar y que no tenía donde quedarse- Todos me miraron, ambos chicos enfadados y Mary preocupada. -Yo…- No sabía que decir, no podía decirles la verdad, y la excusa del trabajo no iba a funcionar ¿quien se trasladaba de la ciudad a un pueblo solo para limpiar? además le había dicho a Mary que mi jefe era atemorizante, no se tragarían nada. No, definitivamente no iba a colar... -Estamos esperando- le recordó Break. -Venga chicos dejadle respirar la estáis asustando seguro que ha venido a estudiar en el colegio pijo Bellarosa del pueblo vecino está justo al salir de Porta grigio y es uno de los mejores ¿no es así?- Me miró entre cómplice y amable. “Gracias, me as dado una excusa perfecta. “ -Sí, he venido a estudiar con una beca, esta es la pensión más barata que encontré, todas en Bellarosa eran muy caras y con mi sueldo de limpiadora no podía permitírmelas- Todos me miraron ceñudos excepto Mary que me miraba con su gran sonrisa ya de vuelta en su rostro. -¿Y lo del negocio familiar? Porque no pretenderás que nos creamos esa patraña de que eres limpiadora- Despotricó Break. -Bu-bueno, mi padre pensó que si os decía que iba a estudiar en Bellarosa no me dejaríais vivir aquí con vosotros. Por eso de las peleas tontas entre pueblos- “Dios, ¿Qué clase de absurda tontería he dicho?. “ Vincent me miró arqueando una ceja. -Bueno ya basta dejad de interrogarla la estáis agobiando pobre Liset con lo cansada que debe estar- Mary volvió a saltar en mi ayuda y esta vez parecía que me iban a dar una tregua. Me dejaron ir y me fui a darme un largo y relajante baño. Sin duda, era tiempo de empezar a pensar.

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