lunes, 21 de septiembre de 2009

Capitulo 7

7


Por fin estaba sola conmigo misma, era tan relajante, hacía meses que no conseguía relajarme con agua caliente ¡y menos en una bañera!
Allí en la academia solo había duchas, duchas que tenia que compartir con varias chicas, sin puertas ni mamparas, todas juntas, era horrible.
Pero ahora estaba disfrutando, Esto no tenía por qué ser tan malo.
Mary estaba resultando ser como una especie de madre-amiga, los chicos aunque no eran muy simpáticos eran guapos, Vincent realmente era muy guapo, tan... atractivo, me había regañado, odiaba que me regañasen, pero proviniendo de un chico tan terriblemente sexy... y Break, ese chico me había “salvado” aunque parecía que desconfiaba de mi, realmente se había puestoo en peligro para “salvarme” aunque yo no necesitara que me salvara.
Sí, podría con esto y ahora tenía tiempo de montar mejor mi coartada, y de buscar soluciones para mis salidas nocturnas.

Cuando terminé de ponerme mi pequeño y cómodo pijama azul marino, bajé al salón.
Pedimos pizzas para cenar, ya que nadie tenía ganas de cocinar y más tarde, un chico de unos 22 años con una fuerte crisis de acné se fue pitando nada más recibir el dinero. No hablamos de nada, cada uno cogió su pizza y se la comió tranquilamente.
Break jugaba video juegos con Mary, Vincent leía un libro, y yo... Yo me quedé embobada con Vincent.
Era increíble, no solo era increíblemente guapo, sino que también era culto, espera…
¿Me estaba volviendo como esas tontas chicas enamoradizas que tanto odiaba?
“Puaaajjj, ¡No!”

Sacudí la cabeza y me levanté, tiré la caja de pizza bacía y me fui hacia las escaleras.
-Hasta mañana- Dije en voz alta.
Los chicos asintieron y Mary se levantó con su gran sonrisa y vino hacia mi.
-Voy contigo, Break me estaba dando una paliza de todas maneras-
Con un encogimiento de hombros la agarró del brazo, como si fueran mejores amigas de toda la vida.
-Eres muy mala no me eches la culpa, por cierto ¡Si vais a hacer una fiesta de pijamas me apunto!-
Soltó alzando las cejas repetidamente mientras mostraba una sonrisa pícara.
Mary lo miró enojada, pero Vincent se le adelantó.
-Break, haz el favor de no molestar a las chicas y será mejor que también te vallas acostando-
-Si, si, ¡A la orden mi capitán!-
Break lo dijo estirándose mucho y poniendo una mano en la frente al estilo soldado. Mary miraba a Vincent con su amplia sonrisa…
¡Hey! esa sonrisa no era la de siempre, era más... Más cálida, más dulce, como su madrastra le sonreía a su padre.
“¡Santa Mierda! ¡Está enamorada de Vincent!”

Yo no lo estaba… aún así ¡No iba a perder contra esa barbie! Aunque se estuvieran haciendo amigas.
Mary siguió adelante pasando de largo su habitación, ¿Pensaba arroparme? ¿O realmente pensaba hacer una fiesta de pijamas?
-Necesito hablar contigo- Dijo al fin.
“Oh, oh. “

-Verás…- parecía que no sabía como empezar.
“Raro, esto no pinta bien”

-No te enfades con los chicos Break es un pesado pero es majo a veces y Vincent solo es extremadamente protector es un cielo ya lo verás dales tiempo ¿Vale?-
Parpadeé sorprendida ¿No iba a pedirme explicaciones? o esta chica realmente era tonta o pretendía serlo muy bien.
-Sí, gracias, no te preocupes, no estoy enfadada ni nada por el estilo-
Extraño, Mary había sonado muy maternal durante toda la noche.
¿Donde estaba la odiosa chica que hablaba sin parar, preguntando muchas cosas y no dejándome responder? Ahora no parecía tan boba.
-Oh bien realmente me alegro de que hayas venido me recuerdas a la hermanita pequeña que nunca tuve si quieres podemos pintarnos las uñas-
¿Había dicho yo que ya no parecía tan boba?
“¡Pues lo retiro!” Ya volvía a sonar tan imbécil como al principio.

Al fin conseguí que me dejara sola en mi habitación, volvía a estar cansada, pero esta vez no dormiría tanto, no quería acostumbrarme a vaguear. Puse la alarma a las 7:00 a.m. y me tumbé.

Desperté confundida, el reloj mancaba las 3:30 a.m. ¿solo 2 horas? ¿Que me había despertado?
Normalmente me despertaba alterada por ese raro sueño del espejo y la mujer. Pero estaba profundamente dormida, sin soñar nada.
Mis sentidos de cazadora estaban alerta, no me extrañaba, con un pueblo lleno de vampiros chiflados me iba a resultar difícil tranquilizarme.
“No, espera... Anoche dormí profundamente, no solo porque estaba realmente cansada.“

Me sentía segura y antes también mientras cenaba, pero... ¿Porqué de repente estaba tan en guardia? me asomé a la ventana, todo parecía tranquilo. Una hermosa luna llena brillaba en un cielo estrellado ahora despejado de nubes.

Se escuchó un fuerte golpe proveniente del piso inferior, agarré rápidamente la mochila y bajé silenciosamente.
Aunque hubiera un vampiro en el salón atacando a alguien, no conseguiría nada si hacía ruido bajando las escaleras, tenía que pillarlo por sorpresa.

Miré casi escondida y ahogué un grito.
Lo que ví, me chocó al principio. Un enorme lobo a dos patas ¡No! Un hombre lobo ¡Un lycántropo!
En sus fauces llevaba desgarrada, la camisa negra que horas antes le había visto puesta a Vincent.
Un escalofrío me recorrió por la espalda. El hombre lobo lo notó, me preparé para luchar, pero el lobo salió despedido por la ventana y corría ya afuera alejándose, lo seguí a través de la ventana. No podía creérmelo, no quería creérmelo, ese lycántropo había... Vincent, ¡Tenía que estar bien!
“¡Joder!”

No había visto sangre, no me fijé mucho pero si le hubiera hecho algo el lobo tendría sangre en las fauces.
Corría tras él, él era más rápido, por supuesto, pero yo estaba entrenada para eso.
Sí, tenía suerte, en su mochila había una cuerda larga y fuerte, apreté y conseguí darle un poco de más alcance.
De repente, el lycántropo se detuvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario