miércoles, 23 de septiembre de 2009

Capitulo 8

8


Había visto hombres lobo antes, en una de esas excursiones que hacían en la academia a la orden, pero estos estaban o bien muertos o bien sedados, pero este estaba bien vivo y con sus enormes fauces llena de afilados dientes apuntado hacia mi, podría saltame encima en cualquier momento.

Era ahora o nunca. Saqué una cuerda de fibra de plata de la mochila y se la lancé, el lobo cayó al suelo con las cuatro patas liadas en la cuerda que le estaba quemando, Me tiré encima de él apuntándole con el rifle en la cara, gritando con rabia.
-¿Dónde esta Vincent?, ¡responde!, ¿que has hecho con el chico? ¡Dilo antes de que te vuele la cabeza!-
Las lágrimas recorrían mi rostro, la furia, mezclada con el dolor por la posible perdida de Vincent me hacía llorar.
Me habían enseñado a estar tranquila durante la caza, sabía como acorralar, capturar y matar a todo tipo de monstruos y este hombre lobo no era la excepción, aun así seguía teniendo miedo, no podía evitarlo, no solo era la furia, Vincent podría estar...

El lobo forcejeaba intentado liberarse sin éxito.
-Liset... soy... yo... Vin...cent…- Dijo con una voz gutural entre jadeos.
Abrí descomunalmente los ojos llorosos ¿había oído bien? ¿Este hombre lobo había dicho que era Vincent?
“¡Miente! ¡Solo intenta engañarte Liset!” me dije a mi misma.

-Soy... yo... por... favor... no voy… hacerte... Daño-
La cuerda realmente le estaba estrangulando, la plata hacía a los hombres lobo aullar de puro dolor y sufrimiento.
“¡No, no! ¡No puede ser él! Y aunque lo fuera…”

Me negué siquiera pensarlo, si decía la verdad, si realmente él era Vincent, ¡tendría que matarlo! Por muy guapo e increible que fuera Vincent, seguía siendo un licántropo, y los licántropos no atendían a razones, cuando la luna salía ellos perdían su humanidad y solo eran feroces y voraces bestias.
-¡Liset!- Aulló dolorido.
-Por… favor… Déjame… ¡Déjame explicarte!

Lentamente fui descendiendo hacia sus patas, normalmente esto estaría descartado, pero algo en la penetrante azulada mirada del lobo le inspiraba una extraña confianza.
“Si, es Vincent”

Desaté la cuerda, pero no dejé de apuntar al lobo con el rifle, por si acaso.
El licántropo se levantó con un quejido, las patas realmente doloridas le sangraban.
-Liset, yo…-
El lobo no podía mirarla a los ojos, con la cabeza gacha y aguantándose las patas delanteras, empezó a irse.
-¡Espera!-
Le alcancé, le miré con furia, obviamente buscando respuestas.
-No sé que estarás pensando que soy, pero… -
-Pero eres un licántropo, un hombre lobo si gustas- Terminé por él al ver que a él le costaba.

Sin entender muy bien porqué, el me miró horrorizado. Tal vez por ser descubierto por mí, tal vez por el tono ácido de mis palabras.
No podía evitarlo, no podía dejar un hombre lobo suelto por el pueblo, aunque ahora parecía algo razonable, pronto el demonio del lobo lo poseería por completo.

-¡No me mires así! ¡No soy un hombre lobo!- Espetó con furia.
Rápidamente alcé el rifle hacia su frente, recordándole que tenía un arma apuntándole.
-Lo que veo y lo que dices, se contradicen y ahora será mejor que seas bueno y te comportes mientras aun puedas y me dejes encerrarte en algún sitio hasta que la luna se oculte. - Dije tranquilamente, recomponiéndome ya del antiguo shock.

-¡Tú no lo entiendes! - Seguía rugiendo. Dándose cuenta de que no estaba controlando
Muy bien su temperamento, comenzó de nuevo, con más serenidad.
-No lo entiendes, no soy un hombre lobo, no voy a volverme loco, aullar a la luna y matar gente. Soy un cambia forma, y no soy un lobo, ¡soy un perro!

La mención de ese nombre “cambia formas” me trajo recuerdos de mi época en la academia. Los cambia formas eran humanos capaces de adoptar la forma de un animal según se les antoje… Sí, ahora que lo observaba mejor, parecía más un husky que un lobo, pero aun así… aun así seguía teniendo características de licántropo. Después de todo estaba erguido a dos patas y seguía conservando su altura humana. Los cambia formas adquirían forma animal no semi humana, semi animal, como los licántropos.

-Sé la diferencia entre licántropo y cambia forma y tú no me pareces al segundo.-
Dije impacientándome.
-Lo sé, pero, todo tiene su explicación, soy medio licántropo.-
Me quedé asombrada, con la boca completamente abierta.
-¿Te crees me caí de un guindo? ¡No nací ayer! Nadie es medio licántropo, lo eres o no lo eres, si te muerde un demonio lobo PUFF te conviertes en hombre lobo, si alguno de tus padres es un cambia formas, pues bien, puedes nacer como ellos o no, pero no se puede convertir un cambia formas en licántropo, ¡Es absurdo que lo intentes! ¡¡El veneno de demonio lobo solo le afecta a los humanos!!-

Me miró incrédulo, alzando una ceja despectivamente.
-Estás muy puesta en el tema, señorita, limpiadora.-

Me pilló desprevenida, no podía decirle de mi extraña condición “se supone que debo ser un vampiro, pero por alguna extraña razón, no lo soy.”
Así que, le dije, lo que realmente era cierto, pero omitiendo ciertas irregularidades físico-pubertales.
-Soy una cazadora de la orden Black Lyly. Y estoy aquí para hacerme cargo de un par de asuntos que parecen estar molestando a este pueblo.-

Seguía ceñudo, esa estupra ceja seguía alzada poniéndome los nervios de punta.
-¿Qué? ¿No te lo crees? ¡Holaaaa! ¡Te estoy apuntando con un rifle! Y antes te perseguí sin pensarlo y te tumbé, ¡bien amarradito! Dime, ¿una estudiante normal podría hacer eso?-
Al fin, su ceja descendió y una expresión resignada la sustituyó.
-Está bien, te creo, es solo que…-
-¿Qué? - Demandé enojada, sabía lo que venia ahora, un
“eres demasiado pequeña para ser cazadora” bla, bla, bla, PUNCH, ¡muerto!
-No te enojes, es solo que me asombró que supieras lo de los vampiros. No sabía que gente de fuera estuviera al tanto.-
Me dejó K.O, ¿El sabía de los vampiros?
“¡Pues claro tonta! ¡No ves que es un… ¡entupido perro grande!”

Me di la vuelta y me fui, no quería seguir hablando del tema y aunque pudiera estar metiéndome y ser un completo licántropo…
“ ¡Mierda! ¡Al cuerno con todo, que haga lo que se le antoje! Total por un monstruo más…”

-¡Espera! ¡Liset!-
Lo dejé gritando mi nombre y llamándome y me dirigí rápidamente a la ciudad, dispuesta a arrancar unas cuantas cabezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario